Una semana en el Hospital Pediátrico Pablo Horstmann de Anidan en Lamu (por la Dra. Helena Navarro, coordinadora médica del Hospital),  

Hoy os quiero contar una historia, la historia de una semana en el Hospital Pablo Horstmann en Lamu.

El lunes tuvimos lleno total, como cada lunes. 80 niños y bebés, acompañados de sus mamás y familias, nos esperan bajo un techo de makuti (tejados de palma) que les aísla del ardiente sol, para ser vistos, vacunados, escuchados y tratados… Aprovechamos la afluencia para dar una charla de salud preventiva en la sala de espera. Hoy tocó el tema de la higiene personal, del entorno y los alimentos, así como consejos nutricionales para aprovechar los recursos locales de la mejor forma posible. En nuestro hospital aprovechamos cada momento para dar formación y empoderar a las mamás para cuidar de sus hijos y evitar que caigan enfermos.

El martes, aparte de los pacientes de consulta, en nuestra clínica de VIH atendimos a unos 12 niños. Comprobamos con mucha ilusión que nuestros bebés expuestos al VIH por transmisión materna, van cogiendo peso y sus test han dado negativos, gracias a la leche artificial que les suministramos desde que nacieron evitando que se contagiasen con la lactancia.

También hemos recibimos los resultados de Eric y Adam, ambos pacientes seropositivos. Gracias al tratamiento y los cuidados que llevamos suministrándoles durante un año, hemos conseguido que su virus quede “inactivo” sin causarles ningún daño. Nos contagia su risa y alegría, por fin, tras meses de decaimiento y enfermedad. También recibimos a Salma, desde una zona muy remota. Viene también enferma. Ponemos en marcha toda la batería de pruebas y tratamientos, con la ilusión de que va a ponerse buena como Eric y Adam. Se lo contamos así. La esperanza, tras años de abandono, ilumina su mirada. Esa luz se nos queda en el corazón. Nos da fuerza para seguir luchando por ellos.

El miércoles, en la consulta de desnutrición, atendemos a 15 niños malnutridos. Todos quieren recibir las papillas y barras de re nutrición, los famosos “Plumpynuts”. Nuestra tarea es filtrar a los que más lo necesitan. Algunos no cogen peso a pesar de los suplementos. Como pediatras, nosotros enseñamos a los clinical officers locales la importancia de buscar otras causas, como parásitos intestinales, tuberculosis u otras enfermedades que hagan que nuestros pacientes no cojan peso. Gracias a esto hemos conseguido salvar a muchos niños. Y renutrir a todos ellos. La formación del personal local es un pilar básico en nuestro hospital.

El viernes es un día intenso y triste. Mohamed, nuestro pequeño paciente de 5 años diagnosticado de una enfermedad congénita de corazón, ingresado en nuestro hospital muy enfermo, se va deteriorando progresivamente, y fallece a pesar de intentarlo todo. El y su mamá ya forman parte de nuestra familia, la familia “Pablo Horstmann”, tras un mes con nosotros día y noche. Las lágrimas, tristeza y frustración por no haber podido sacarlo adelante nos inundan. La madre, antes de irse, quiere despedirse de todos y cada uno de nosotros. Sus palabras nos dan fuerza: “Gracias por todo. Sé que ha muerto en el mejor lugar donde podía hacerlo, sé que lo habéis intentado todo y vuestra profesionalidad y amor por los niños os define. Gritaré a los cuatro vientos que el Hospital Pablo Horstmann es el mejor de todos”. 

Una de nuestras tareas más importantes es ayudar a morir, evitar el sufrimiento del niño, acompañar a la madre en la pérdida y darle paz, evitar que se sientan solos y abandonados a su (mala) suerte. Es una tarea dura pero muy importante. Aquí la muerte es parte del día a día, hay que ser fuerte y estar preparado. Nadie lo hará por ellos, sólo nosotros.

Como veis, muchas alegrías, vidas recuperadas, sonrisas de vuelta, esperanza…Y también tristezas, trabajo duro, frustración, saber aceptar la muerte y acompañar en el sufrimiento y la pérdida…

Muchos retos que afrontamos llenos de profesionalidad, motivación, ilusión y amor. Pero os necesitamos con nosotros..., siempre con nosotros para llegar a los que más lo necesitan.

GRACIAS POR ESTAR AHÍ, con nosotros