En el mundo rural de Meki, Etiopía, el demonio de la malnutrición se esconde detrás de la mayoría de los niños enfermos mientras que el 85% de las mujeres sigue dando a luz en casa. Un equipo de médicos y enfermeros etíopes y españoles lucha día a día por salvar sus vidas. Su fuerza para enfrentarse a los retos reside en no perder nunca la esperanza.