2019/11 - UNA HISTORIA DE CARIÑO Y AMOR EN NUESTRO HOSPITAL
En nuestro Hospital Pediátrico Pablo Horstmann de Lamu más allá de la medicina, se palpa el amor, la humanidad, el cariño y la empatía día a día. El amor se ha convertido en un tratamiento fundamental para superar todas las enfermedades que aquí se tratan. La historia de dos de nuestras niñas es el más vivo ejemplo de ello. Así nos los cuenta Laura Castán, patrono de la Fundación, que ha sido testigo de esta conmovedora historia durante su reciente estancia en Lamu:
"Una de las niñas tiene siete años y padece una enfermedad crónica grave. Es una niña huérfana del condado de Lamu que llegó a nuestro Hospital en mal estado y sin saber lo que tenía. Tras una exploración realizada el pasado mayo, se le diagnosticó desnutrición, tuberculosis y una grave enfermedad. Desde entonces, ha permanecido ingresada pasando por varias crisis, ha estado a punto de fallecer en varias ocasiones y ha padecido un estado de ánimo muy bajo. Tras la última crisis, con dificultad respiratoria y hemorragia pulmonar, gracias a la telemedicina pudimos contactar con médicos especialistas del Hospital San Joan de Déu de Barcelona, consiguieron consultar y contrastar opiniones sobre la mejor manera de proceder en este caso.
Otra de las niñas es mayor que ella y ha pasado por esta misma enfermedad. Tras haber superado esta dura experiencia, ha decidido apadrinar a la más pequeña que está pasando por la misma situación. Está apoyando y cuidando de su "hermana pequeña". Su sentido de hermandad es superior a todas las cosas. La visita todos los días, juegan y cuando los médicos lo permiten se la lleva a pasear al pueblo. Poco a poco ha pasado de un estado triste y apagado a remontarse y a sentirse una niña feliz como se puede ver en los videos y fotos. Así, más allá del tratamiento médico, la pequeña recibe también un tratamiento maravilloso: el amor de su "hermana mayor" y de los niños del orfanato de Lamu. Hay más de 20 niños en el orfanato de Anidan que han padecido enfermedades similares, y al comprender perfectamente la situación de Loreen, de forma natural se acercan por las tardes después del colegio a visitarla y acompañarla. Juegan con ella y la ayudan a sentirse querida y comprendida.
Es increíble constatar que los médicos sin duda pueden curar y tratar enfermedades, pero hay algo más que es muy difícil de curar que son las consecuentes heridas del alma. Las heridas del abandono, del maltrato, del estigma de sentirte diferente. Y todo eso es lo que los niños del orfanato de Anidan han sido capaces de curar con su cariño. Esto es un círculo virtuoso a través del cual los médicos curan y los niños, que a su vez han sufrido lo mismo, curan donde los médicos no llegan. Gracias al tratamiento que recibe en el Hospital Pediátrico Pablo Horstmann Loreen podrá llevar una vida prácticamente normal con los cuidados y atenciones que su situación requiere. Una vida de niña, rodeada de otros niños, alegre y feliz. Ella misma ya empieza a creerse que eso es posible y, de hecho, su mejor momento del día es cuando vienen a visitarle sus amigos de Anidan". Poco a poco la pequeña ha ido remontando física y anímicamente y, hasta la fecha, está estable y con sus constantes vitales normalizadas.
¡Ayúdanos a poder ayudar y ofrecer asistencia médica a otros niños como ellas!