La experiencia ha sido indescriptible, ha sido poco tiempo y se ha pasado muy rápido pero creo que como toma de contacto ha estado bien, ahora nos queda el sabor de querer más, querer repetir, y ojalá lo hagamos en el futuro.

Lo mejor ha sido la convivencia con los niños, ya nos avisaste de que tendríamos dos familias, pero sin duda, si ellos no hubieran estado ahí hubiera sido completamente diferente, nos hubiéramos perdido todo el cariño y el amor que tienen, es increíble el cariño que se les coge en poco tiempo... Ojalá algún día puedan venir a España. Ahora escribiré a Mar y a Jorge porque tengo muchas ganas de preguntarles por todos y cada uno de ellos.

Profesionalmente hemos aprendido mucho y hemos sido capaces de ver que las cosas son posibles, hemos cogido seguridad, pero sobretodo, hemos realizado la medicina que nos gusta, medicina clínica y medicina con el fin de tratar y curar. Ha habido alguna situación difícil pero la hemos solucionado, lo más difícil ha sido aceptar las diferencias culturales, el ver como te llevan un bebé de una semana con meningitis y después de ponerle el tratamiento disponible y derivarla, los padres deciden llevársele a casa porque confían en el tratamiento cultural... eso es muy duro, pero es su decisión.

Hemos tenido momentos muy recompensantes, y muy felices, el hecho de que un gemelo que pesaba 1.500 g haya alcanzado los 1900 g en dos semanas ya te alegraba el día, así como que el día que no venía a revisión ya estabas triste hasta última hora, con la esperanza de que llegara tarde, pero que llegara.

Ahora ya estamos de vuelta a nuestra realidad, todo parece diferente y parece difícil conciliar estas dos realidades, intentaremos hacerlo lo mejor posible. De momento espero poder volver en un futuro, así que cuenta conmigo para lo que quieras, y por supuesto cuenta con una socia más. Muchas gracias por todo el trabajo que estáis haciendo y por las vidas que estáis sacando adelante, vidas con sonrisas y corazones.

Un abrazo. María Herrero