(03/03/2015) Nueva campaña "piel con piel" en Meki

Del 12 al 19 de enero, la Clínica Pediátrica Kidane Mihret “Let Children Have Health” de Meki (Etiopía), organizó una Campaña de Dermatología con la Dra. Almudena Nuño González. En total, más de 100 pacientes fueron atendidos. 

Las patologías más frecuentes que se encontraron fueron infecciosas: hongos en la piel, infecciones bacterianas, sarna y piojos. También se observó una alta incidencia de dermatitis atópica, psoriasis o eccemas. En los pacientes con tumores cutáneos, se realizaron intervenciones quirúrgicas menores. Además, durante esta campaña, los pediatras recibieron formación dermatológica para saber abordar este tipo de patologías.

Estas son las impresiones de la Dra. Nuño a su regreso:

“Me llamo Almudena Nuño, soy dermatóloga y siempre había querido colaborar como voluntaria. Aún recuerdo la emoción cuando me llamaron para realizar una Campaña de Dermatología en la clínica pediátrica que tiene la Fundación Pablo Horstmann en Meki (Etiopía). Siempre había querido ser voluntaria, pero cuando llega ese momento surgen muchas dudas: ¿Estaré preparada?, ¿Seré capaz de resolver las patologías que tienen allí con los medios de los que dispongan?, ¿De qué forma me va a afectar lo que allí me encuentre? Y, después de mi experiencia, la respuesta a todas las preguntas no puede ser más positiva.

Respecto al tema médico, las patologías de allí son, en su mayoría, parecidas a las de España, pero no así la situación de los pacientes. Muchos recorren una gran distancia para llegar a la clínica. Y el camino no es fácil. Muchas veces vienen manchados de barro y descalzos. Y, en la mayor parte de los casos, se trata de personas que tienen difícil acceso a la higiene o a la alimentación adecuada. En la clínica se proporciona diagnóstico y tratamiento a todos los pacientes. La mayoría muestra una enorme gratitud hacia nosotros. Esta sensación de ayudar de una forma tan cercana a los pacientes me hizo recuperar la vocación de ser médico.

Hubo momentos duros, sobre todo el ver niños malnutridos o con necesidades básicas sin cubrir. Cuesta entenderlo hasta que lo ves. Te preguntas: ¿cómo puede haber gente que sufre por bienes básicos que nosotros tenemos en nuestro país y ni valoramos? En ese sentido, la labor que realiza la Fundación Pablo Horstmann es excepcional. Y, por supuesto, todos los voluntarios que están allí, hacen cada día que la clínica funcione, que muchos pacientes tengan un tratamiento y que su calidad de vida mejore de una forma increíble. No tengo palabras para describir a la gente que he conocido y que entrega su tiempo y todo su buen hacer.

Además, allí hay un orfanato que llevan Mar y Jorge. Todos los niños son geniales, sin duda parte muy importante de la alegría del lugar. Uno de los mejores días fue la ceremonia del café que hicieron para darnos la bienvenida.

Pude estar poco tiempo, pero espero volver pronto y quedarme algo más. Como dijo otra voluntaria y amiga, Cristina Manso: “uno se da cuenta de que lo que hacemos es una gota en el océano, pero gota a gota vamos haciendo algo”. Etiopía engancha y eso es, sobre todo, por su gente, tanto la autóctona, como los “adoptados”. Sin duda hace falta mucha ayuda y todo lo que podamos hacer es poco. A mi vuelta me he dado cuenta de que me he llevado de mi experiencia mucho más de lo que haya podido dejar ahí. Muchísimo más. He aprendido a ver la vida de forma diferente y a valorar todo lo que tengo cada día. Gracias a la Fundación y a toda la gente que colabora de alguna forma con ella por hacer de este mundo un lugar un poco mejor”.