Carta a los padrinos de los niños de las escuelas de Kaeris y Kangarukia
Queridos padrinos de los niños de las escuelas de Kaeris y Kangarukia,
Nos gustaría aproximaros un poquito a la realidad de los niños a los que gracias a vuestra generosidad estáis apadrinando y con ello permitiendo tener acceso a alimento diario, vestido y una educación y medicación básica.
Os reenvío esta carta de la Hermana Olinda, que es la Hermana al cargo de las escuelitas, para que sea ella misma la que de forma directísima os cuente cómo llega vuestra ayuda allí:
“Primeramente llego a ustedes con un saludo lleno de mucha gratitud y aprecio para Ud. y por medio de Ud. a todos los que conforman la Fundación Pablo Horstmann en España.
La Escuela Pablito de KANGARUKIA en Turkana está ya a punto de construirse. Kangarukia es una comunidad que pertenece a la Parroquia de San Marcos de Lokitaung. Toda la gente de esta comunidad de Kangarukia es nómada y económicamente muy pobres, viven solamente de la asistencia de una ONG que trimestralmente les reparte algunos kilos de maíz y judías. Los niños son los más afectados por la desnutrición, que traen desde el vientre de la madre. Frente a este doloroso drama no podemos quedarnos con los brazos cruzados ni tampoco con lágrimas en los ojos viendo a los niños morir.
En Octubre del 2007 recibimos en nuestra casa en Lokitaung una comisión formada por los líderes y ancianos de esta comunidad de Kangarukia, venían con una carta solicitando a las Hnas. Misioneras Sociales de la Iglesia que les abrieran un Centro Nutricional para sus hijos, para que no murieran de hambre, y ellos se comprometían a colaborar con que les pidan.
En Noviembre del 2007 tuvimos una primera reunión con toda esta comunidad en la que les explicamos todo sobre la función de un Centro Nutricional o escuelita, y en Diciembre de este mismo año, en otra visita a esta comunidad, pedimos una lista de los niños de 1 a 6 años de edad con los que contaríamos para iniciar. En enero del 2008 en otra reunión con ellos nos presentaron una lista de 112 niños que no tenían vestido ni comida, y en Febrero del 2008 nos entregaron una contribución de 17 cabras para iniciar nuestro servicio.
En Marzo del 2008 iniciamos la asistencia a estos niños, a los que atendíamos bajo la sombra de un árbol y sobre la arena, allí les atendíamos en la salud y alimentación. En Junio del 2008 la comunidad se organizó y construyeron una pequeña cabaña de ramas para cubrirles del sol y con esta estamos hasta ahora.
Hoy en Julio, después de mi visita a España a la Fundación Pablo, les traje la buena noticia que gracias a esta Fundación nuestro sueño de construir una escuelita para los niños se iba a hacer realidad.
Sólo el verles los rostros llenos de alegría mis ojos se llenaban de lagrimas al saber que muy pronto estos niños van a ser atendidos con más dignidad.
Gracias de corazón a la fundación por su generosidad para con estos marginados, les prometo seguirles informando del desarrollo de la construcción de la escuelita.
Que Dios bendiga a sus familias y cada uno de sus trabajos.
En Jesús,
Hna. Olinda Jiminez Alvarez (MSI)y todas mis Hnas. de Comunidad.”
Como sabéis la construcción de la escuela ha sido financiada por la Fundación, al igual que la ya existente en el pueblo cercano de Kaeris, y entre todos vosotros apadrináis el alimento y la educación de los más de doscientos niños que asisten a ambas escuelas.
Os envío foto de los niños de Kangarukia y de los ya atendidos de Kaeris.
Yo también me uno a la despedida de la Hermana: ¡Que Dios os bendiga !
Un abrazo,
Ana Sendagorta
